viernes, 24 de febrero de 2023

ENTREVISTA PARA EL FANZINE CRLM # 7 (LO FÁCIL/LO DIFÍCIL)

                                              
                                                         (Fanzine CRLM # 7)


(Entrevista realizada por Alfonso Zaplana - https://www.mmamm.net/para el fanzine CRLM # 7 en octubre de 2022).  


Para empezar, no me voy a ir por las ramas: ¿Son The Beatles, The Beach Boys y Fugazi las tres mejores bandas de la historia? ¿Por qué? ¿Qué otras bandas tendrías en consideración para esta difícil decisión?

Jajajajajjaa, bueno, son tres de mis favoritísimos… The Beatles fue la primera música que escuché y ha sido una fuente de inspiración y obsesión a lo largo de toda mi vida. Los considero el mayor milagro musical y cultural del siglo XX, como tantísima otra gente. 

Beach Boys era otro de los tres grupos que escuchaba de niño (el tercero era The Mamas & the Papas, a los que también adoro), pero no fue hasta que cumplí 20 años cuando entendí su trágica historia y su verdadera dimensión musical. Es una de mis mayores influencias (quizás en las voces que grabo es donde más se notan los cientos de horas escuchando su música) y me da mucha pena que vayan a pasar la historia como “La banda de América” y los creadores de “Surfin’ USA” y no como los dioses del pop barroco que fueron. Brian, Dennis y Carl Wilson… vaya genios. 

Y a Fugazi tuve la gran fortuna de vivirlos y cambiaron por completo mi forma de entender la música, ya que gracias a ellos conocí el hardcore-punk idealista. Puede que musicalmente me gusten más Minor Threat (¡qué maravillosísimo grupo!), pero a Fugazi los vi en directo y compré sus discos cuando fueron saliendo. Fueron auténticos héroes para mí y todavía lo siguen siendo. 

 Otras músicas favoritas: Bad Brains, The Stooges, Jimi Hendrix, Tall Dwarfs, Velvet Underground, Robert Wyatt, Shirley & Dolly Collins, Wire, 13th Floor Elevators, Captain Beefheart, Raincoats, los Pink Floyd de Barrett, Funkadelic, Butthole Surfers, Huggy Bear, Cluster…y entrando en el jazz, Ornette Coleman, John y Alice Coltrane, AEOC, Cecil Taylor, Alan Silva y un sinfín más. 



                                     (Colección personal de Sgt. Peppers). 

Llevas dos décadas funcionando con Afeite al perro, autoeditando tu música y tus ilustraciones, publicando fanzines y organizando tus propios eventos y lo haces, según tus propias palabras en el Manchas y Ruido 12, marcando el entusiasmo, la pasión y la obsesión como norma para seguir haciéndolo. Me puedo ahorrar la pregunta sobre qué te empuja a seguir publicando fanzines en papel, pero me interesa saber si te identificas con aquellas primeras publicaciones de hace 15 años aproximadamente y, en general, qué se mantiene y qué ha cambiado en ti respecto a aquellos inicios en el mundo de la autoedición. ¿Y por qué te decantas, ahora y antes, por la autoedición (o en su defecto, por la coedición con otros sellos independientes)?

Sigo publicando fanzines en papel porque creo que el formato impreso tiene una potencia y una vibración artística que no encuentro en los formatos digitales. Además, creo que una publicación física hecha con pasión es un fetiche en un sentido casi mágico, un artefacto que tiene alma, mejora la vida y expande la mente. 

Sigo identificándome con los primeros Manchas y Ruido, ya que hablaban de discos y publicaciones que me siguen encantando. Mi manera de pensar ha cambiado en algunos aspectos, y quizás mi forma de expresarme también, pero la visión sigue siendo la misma. 

Solo puedo entender mis fanzines desde la autoedición. Me encanta idearlos, dibujarlos, el cortapega, ir a la copistería, montarlos…disfruto muchísimo de todo el proceso, es una de las cosas que me produce más felicidad en este mundo. El arte y la música son dos de los únicos espacios donde puedo ser verdaderamente libre, y tengo la suerte de tener un trabajo que me mantiene económicamente, por lo que no tengo que comprometer ni sacrificar un ápice de esa libertad buscando la manera de editarlos de otra forma.


Haces mucho hincapié a la hora de hablar de tu arte y de tus publicaciones de su carácter subterráneo, marginal y fuera de onda y de tu objetivo de dar voz a artistas bajo el radar. ¿Qué peso crees que sigue teniendo en la actualidad, con las nuevas formas de comunicación, interacción y promoción predominantes, la existencia de una escena underground, con todo lo que ello supone, al margen de lo establecido?

Me interesan especialmente las expresiones artísticas y musicales marginales, que surgen de la necesidad, la obsesión y la pura imaginación y no están permeadas por motivaciones externas de otro tipo. Yo no sé qué peso tiene esto en el mundo, imagino que mínimo a nivel global, pero sé que el arte puede ser algo más que un mero objeto de consumo mercantil y cambiar vidas, ya que en mi casi así ha sido. Sigo creyendo que en los márgenes se encuentran las ideas libres y personales. 


También en el último número de Manchas y Ruido me llamó la atención que hablas de expandir tu mente en el proceso como objetivo de la publicación. Teniendo en cuenta que, por ejemplo, tu amplitud de gustos musicales va desde la psicodelia o el free jazz hasta el grind o el hardcore clásico, algo que me resulta muy sugerente, me pregunto: ¿Es ineludible esa sensación de estar continuamente en proceso de aprendizaje y de tener siempre esperando a la vuelta de la esquina algo nuevo por descubrir, un estilo musical distinto o una corriente artística diferente por explorar?

¡Eso es lo más excitante! Para mí, cada día es como la mañana de reyes, con montones de música, cómics y arte por disfrutar y descubrir. Ahora mismo llevo unos días completamente inmerso en el arte de los primeros juegos de Dungeons & Dragons alucinando con artistas que ya conocía como Larry Elmore, y descubriendo otros que no y que me han dejado impactado, como Erol Otus…es maravilloso saber que ni en 5000 vidas podría absorber todos los universos artístico-musicales que ha creado el ser humano. 


                                (Erol Otus. Próximamente, entrevista en M&R). 

He mencionado ya un par de veces el fanzine Manchas y ruido, que llevas publicando desde 2008, pero puede que haya alguien despistado que no sepa de qué hablo. ¿Qué es exactamente Manchas y Ruido? ¿Para cuándo el próximo?

Es mi fanzine sobre música y arte subterráneos. Nació en 2008 como boletín gratuito inspirado por “Alta Intensidaz”, de Teodoro Hernández, y a partir del número 5 pasó a ser un fanzine al uso. No tiene una periodicidad concreta, la verdad es que voy a rachas. Todavía no he comenzado a escribir el número 13, aunque ya le pedido a un par de artistas increíbles si puedo enviarles algunas preguntas. 


                            (Colección completa del fanzine Manchas y Ruido).

Tu otra publicación actual, más longeva incluso (16 años), es Haz, que defines como fanzine gráfico de pesadillas y va a alcanzar su número 33. Sus páginas, igual que las portadas de tus discos y los carteles de tus conciertos, están pobladas por monstruos e imágenes grotescas, que conforman un particular universo de fantasía. ¿Qué más nos puedes contar sobre este?

HAZ es el fanzine donde publico mis dibujos y mi pseudónimo como dibujante desde 2016. En el primer número escribí una especie de manifiesto introductorio, y a partir de ahí, ha sido una publicación puramente gráfica. No tiene mucho más misterio; algunas veces ideo el formato antes de comenzar a dibujar, aunque la mayoría de las veces pienso en ello cuando ya tengo unos cuantos dibujos nuevos. También es un fanzine que va a rachas, a veces paso temporadas cortas casi maníacas dibujando y luego puedo pasar días y días sin coger un rotulador. 


                                             (Fanzine HAZ). 

En la entrevista del fanzine Presbicia #2 comentas que tus dibujos son automáticos, que solo planeas el tamaño y los materiales. Hablemos un poco sobre tu proceso de dibujar. ¿Te marcas algún tipo de regularidad a la hora de hacerlo? ¿Cuáles suelen ser los materiales que utilizas? ¿Cuándo decides, por ejemplo, si un dibujo va a ser en blanco y negro o en color? Hablas además del dibujo como un espacio de libertad en el que incluso los accidentes juegan un papel importante. ¿En qué momento del proceso tienes claro lo que quieres hacer? ¿Cómo puede un error acabar convirtiéndose en algo que aporte algo positivo? 

No hay ninguna regularidad, me gustaría dibujar más de lo que lo hago últimamente, pero a veces el trabajo no me lo permite. Me encanta dibujar mientras pongo de fondo documentales de ciencia o pelis de terror y ciencia ficción. Pocos momentos hay para mí más felices y placenteros que esos. 

A veces experimento con diferentes instrumentos, pero siempre acabo volviendo a lo mismo: mi querido rotulador copic multiliner 0.1. Antes dibujaba en papel de boceto, pero desde hace unos años, dibujo en papel academia. Para colorear, uso lápices de colores y rotuladores de alcohol. 

Habitualmente, dibujo en blanco y negro, que es lo que más me gusta. No suelo planear si el dibujo va a tener color (a no ser que sea un cuadro o un dibujo hecho expresamente sin rotulador negro), esa decisión la tomo cuando el dibujo está acabado, según lo que me pida el instinto. 

A la hora de dibujar, casi nunca tengo claro qué es lo que quiero hacer. Para mí, dibujar es una aventura excitante, un estado casi de trance en el que el resultado final casi siempre me resulta sorprendente. 

El error es inevitable, ya que nunca boceto. Sé que los verdaderos dibujantes (yo soy autodidacta y mi técnica es fruto de la práctica, mi habilidad y mis influencias) bocetan siempre a lápiz, pero a mí me resulta un proceso tedioso, y como dibujo para mí mismo, no tengo por qué hacerlo. Al dibujar directamente a tinta, en ocasiones las líneas no salen como mi mente lo ha planeado segundos antes, o al dar color veo que no funciona como había imaginado. En ese caso, no me queda más remedio que abrazar el error (ya que odio usar típex y pintura blanca) y seguir de alguna manera la senda marcada por el accidente. 


Aunque tiene ya un tiempo, un número especial de este fanzine fue el Haz #24 (Haz This Music), que has recuperado en Manchas y Ruido #12. Es una especie de colección de cromos dedicada a músicos de free jazz. ¿Qué te llevó a hacerlo? ¿Te has planteado hacer una segunda parte?

Me encanta el formato cromo, algo que ya hice en 2008 para el fanzine Zapatiños Motor (“Cromos de arte mutante”). Es una idea que cogí de la increíble revista Galactic Zoo Dossier, del gran Steve Krakow (alias “Plastic Crimewave”). Es mi pequeño homenaje a algun@s músic@s absolutamente geniales que creo que no tienen el reconocimiento que merecen y cuya música idolatro. Lo pasé genial haciéndolos (y es una de las pocas ocasiones en las que he dibujado a lápiz antes de pasar a tinta), y la idea original era hacer una segunda parte con otros muchos nombres, pero todavía no he encontrado el momento. 


(Zusaan Kali Fasteau, HAZ This Music)


Volviendo al fanzine Manchas y Ruido #12, contiene una de mis lecturas favoritas de los últimos tiempos, la entrevista a Isabel Fernández Reviriego (Magia Bruta, Aries, Charades, Electrobikinis), que en realidad es una charla honesta y amena entre dos amigos de largo recorrido. ¿Qué importancia tienen para ti estas viejas amistades? ¿Es un incentivo para ti el contacto mantenido a pesar de la distancia con gente de la que admiras su trabajo y con la que te sientes identificado personal y artísticamente?

Esa charla con Isa es también uno de mis momentos favoritos de Manchas y Ruido. Me encanta hablar con ella de música siempre que tengo ocasión; su pasión es verdaderamente contagiosa, además de que tiene un sentido del humor maravilloso. 

Tengo la inmensa suerte de que la mayoría de mis amistades están relacionadas de una u otra manera con el mundo creativo, lo que me inspira constantemente. Llevar 25 años haciendo música me ha llevado a conectar con una pequeña comunidad de gente que comparte una visión parecida del mundo, tanto artístico-musical como política. Algunos de mis artistas y músic@s favorit@s son mis amig@s, algo que considero un increíble y mágico regalo vital. 


En la misma entrevista comentas en tono desenfadado que Ian MacKaye está sosteniendo el legado del punk idealista sobre sus hombros. No soy especialmente mitómano, pero nadie me ha impactado tanto como lo hizo MacKaye cuando lo vi tocar con The Evens (nunca llegué a ver a Fugazi en directo), por su actitud, su lucidez y su cercanía. ¿En qué modo consideras que te ha influido una figura como la suya en tu trayectoria?

Era un comentario humorístico, ya que el punk idealista es una idea y una forma de hacer que, por suerte, comparte una comunidad de gente por todo el planeta, pero sí que es cierto que Ian MacKaye es el ejemplo paradigmático de músico al que mucha gente ha querido comprar (el más célebre, el propio Ahmet Ertegün en persona, presidente de Atlantic) y se ha mantenido incorruptible. Tengo por él una admiración total, me encanta su espectacular elocuencia cuando veo sus entrevistas y le considero directamente uno de los músicos más importantes de la historia del rock’n’roll. 

                
                                                     (Ian etapa pre-gorro de Popeye).


La influencia de Ian MacKaye en mi forma de ver la música es total, ya que iluminó el camino hacia un mundo que yo desconocía. Tuve la suerte de ver a Fugazi en Madrid en 1995, una experiencia que me dejó totalmente marcado. Nunca había visto un grupo dar tanta importancia a la música por encima de todo lo demás: iluminación fija, concierto sin bises, primer y último tema instrumentales, ausencia de roadies para montar escenario y afinar guitarras (ya había visto a Sonic Youth y algunos grupos más y todos usaban esos trucos de expectación rock de mantenerse detrás del telón hasta la hora del concierto para “calentar” al público), nada de mesa de “merchandising”…para mí fue algo completamente revelador y el concierto fue absolutamente impresionante. Solo sentí algo parecido cuando 3 años después vi a The Ex con su formación dorada (quinteto con Luc al bajo y G.W. Sok a la voz) tocando en Madrid para unas 30 personas en la exhibición de creatividad y libertad musical más luminosa que he presenciado jamás. 

Vi a The Evens unos años después, pero he de reconocer que me dejaron bastante frío…y los discursos políticos (poco acertados, la verdad) y sus llamamientos a que el público se comportara, me hicieron sentir como si estuviera en misa. 



Sueles mencionar a artistas como Nick Blinko, Mat Brinkman, Chris Knox o Teodoro Hernández a los que sigues y admiras y hay una conexión entre ellos y contigo mismo, que es su doble faceta como músicos y dibujantes. Aparte de la admiración por su trabajo, ¿te identificas con ellos personalmente?

Me identifico personalmente en algunos aspectos, pero en otros muchos no, lo que creo que no tiene ninguna importancia, porque lo que realmente me inspira es su arte, música y forma de hacer las cosas. 


                                  (Colección personal de bibliografía Blinko).

Por lo que sé, la vida de Nick Blinko no podría ser más diferente de la mía. Blinko padece una enfermedad mental, mientras que yo soy una persona perfectamente “funcional”, aunque el arte como curación, terapia, trance y necesidad es algo que me atrae enormemente. En mi caso, los dibujos más interesantes que he hecho (desde mi punto de vista) han surgido de períodos depresivos en los que el dibujo ha sido un ancla y casi la única actividad placentera. 

De Mat Brinkman no sé mucho, ya que es un artista muy esquivo. Le escribí hace unos años para entrevistarle, y aunque me respondió con mucha amabilidad, declinó mi propuesta. Por lo que sé, es un tipo al que no le interesa el reconocimiento, la fama y ese tipo de cosas, lo que me produce admiración, porque es algo poco común en un mundo repleto de egos hinchados. Es uno de los artistas más influyentes de su generación (sino el que más) y, sin embargo, se mueve en el inframundo black/death metal subterráneo y los juegos de rol, algo que considero maravilloso.

Chris Knox es otro de mis ídolos, y aunque no se puede comunicar bien a causa del ictus que sufrió hace años, le envío un paquete al año con material Afeite y él me manda siempre (con ayuda de alguna de sus amistades) una divertida foto. Para mí, es un genio de la misma talla que John Lennon o John Cale. 

Y a Teodoro Hernández le conozco personalmente y le considero uno de los artistas más brillantes del mundo. Su pasión, su perseverancia y la increíble potencia de su visión musical y artística han conseguido traspasar fronteras, y me identifico con su pasión obsesiva por las cosas que le gustan y su idea de lo que puede ser un fanzine. 


                                              (Chris Knox, ídolo personal). 

Dices que, como editor de un fanzine, no te interesa darle prioridad a la música y el arte en general que esté de actualidad, a las novedades, pero imagino que esto no es algo totalmente estricto. ¿A qué grupos o artistas actuales nos recomendarías?

Por supuesto que me gustan músicas y cómics/arte actual, pero a lo que está “de actualidad” intento no prestarle ninguna atención (aunque a veces es imposible escapar del bombardeo publicitario). 

Me gustan los grupos de mis amig@s, a los que puedo ver en directo a menudo: Miss España, ¡Miau!, Adefesios…y también me gustan grupos actuales de death metal, de hardcore punk, de música electrónica…una de las últimas corrientes musicales que me chiflaron fue la escena musical alrededor de Lumpy Records y Mark Winter (Coneheads y mil proyectos más). 

Artistas actuales que me gustan: Abraham Díaz, Inés Estrada, Lale Westvind, Davor Gromlovic, Alex Graham, Sam Ryser, Heather Benjamin, Rat Salad… 


Tus fanzines y tus discos se pueden conseguir, aparte de por correo, en tiendas como La Negra o La Integral. Cada vez que veo sus publicaciones en redes sociales siento bastante envidia de quienes tenéis cerca estas tiendas tan especiales. ¿En qué medida crees que espacios como estos contribuyen a tejer una red cultural alternativa?

La Integral y La Negra son tiendas llevadas por gente maravillosa, honesta y que, al contrario que otras tiendas, cuidan las publicaciones subterráneas, aunque de ellas no se pueda sacar apenas beneficio. Fatbottom, en Barcelona, es otro lugar mágico, lleno de material gráfico alucinante. Espacios así son fundamentales para el acceso a la cultura subterránea. 


Para cerrar el tema de los fanzines, ¿qué publicaciones actuales nos recomiendas? ¿Y qué fanzines de los últimos 25 años crees que han sido los que más te han marcado?

Fanzines en activo que me vienen a la cabeza: Sonic Anarchy, Dynamite Hemorrhage, Bubbles, Ugly Things, Fanzine Pret, los fanzines de Teodoro y Jose Tomás…

Bananafish Magazine, los fanzines de Teodoro y los libros de Le Dernier Cri (sin ser fanzines) son las publicaciones que más me han marcado, por diversos motivos. Sin LDC, HAZ no existiría, y sin Bananafish y Alta Intensidaz, no habría Manchas y Ruido. 


                                  (Colección de mi revista favorita de todos los tiempos). 

Hablemos ahora de tu música, de tu proyecto en solitario Atomizador, de tu amplia discografía, del motivo por el que te gusta describirlo como pop radical o música antimoderna o de tu costumbre de tocar sentado. Por cierto, ¿por qué, después de haber pasado por multitud de grupos, te han decantado por el formato individual?

“Pop Radical” es una etiqueta que adopté hace ya más de 10 años para escapar de la etiqueta “folk”/”cantautor” con la que no me identifico en absoluto. Además, es un homenaje referencial al disco “Hardcore Radikal” de Firmeza 10. 


                                            (Clásico moderno).

Normalmente, las etiquetas que uso para definir mi propia música tienen un toque humorístico y a la vez son una declaración de intenciones. “Música antimoderna”, “pop espectral”, “ukelelecore”, etc. en mi cabeza definen más una actitud que un sonido o un estilo musical.

Empecé a tocar sentado en los inicios de Campamento Ñec Ñec! por culpa de una hernia de disco, pero sigo tocando de esta forma (además de porque me es más sencillo tocar así los instrumentos) como una puesta en escena distinta del cliché rock, con el que nunca me he sentido cómodo. 

Llevo tocando como Atomizador ya casi 15 años. Me gustaba estar en grupos, pero desde que toco solo, compongo de manera mucho más fluida y regular, y la música se ha convertido en algo cotidiano y mucho más liberador que cuando seguía un horario de local de ensayo. 


Algunos de tus grupos han sido A room with a view, Ensaladilla Rusa, Tetris, Campamento Ñec Ñec o Extinción de los insectos. Tengo entendido que si no fuera por la distancia este último seguiría en activo. Aparte de este, si tuvieras que escoger una de estas bandas del pasado para retomar la actividad grupal, ¿cuál sería y por qué?

Extinción De Los Insectos es el dúo que tengo con mi mejor amigo Miguel Llansó, cineasta psicodélico brillante y el batería más imaginativo que he conocido jamás. Ahora vive en Estonia, pero imagino que volveremos a tocar juntos en un futuro no muy lejano. 

ARWAV fue mi primer grupo, vivíamos dentro de esa banda, ensayábamos, experimentábamos y componíamos sin parar, y tocamos en montones de sitios. Aina nos llevaron de gira cuando no llevábamos ni 5 conciertos; fue la primera vez que presencié en vivo la puesta en práctica de las preciosas ideas del punk idealista, una experiencia absolutamente cambiavidas. 


                       (A Room With A View en Patos. Top 10 de conciertos surrealistas). 

Ensaladilla Rusa fue el grupo que hice con mis mejores amigos. Durante un tiempo, coexistió con ARWAV y fue otra aventura increíble donde conocí a mucha gente creativa, además de suponer el nacimiento de Afeite Al Perro. 

Campamento Ñec Ñec! es la banda que surgió de las cenizas de Ensaladilla Rusa. Duró muy poco porque en ese momento los tres componentes vivíamos en un estado casi maníaco, pero el disco que sacamos está en mi top 3 de cosas favoritas que he hecho en mi vida. 

Tetris (la antesala de CÑÑ, ) fue el dúo que tuve con Jaime (guitarra de Ensaladilla y Campamento) para hacer música al margen de salas de conciertos, dinero, etc… Tocábamos en la calle y hacíamos cassettes que decorábamos a mano y regalábamos a toda aquella persona que nos lo pedía. 


                                       (Ensaladilla Rusa en México DF). 

De todos esos grupos guardo un bonito recuerdo, y todos supusieron un gran viaje, pero forman parte del pasado y no le veo ningún sentido sentir nostalgia o imaginarme ahora mismo en uno de ellos al cabo de tantos años. No soy una persona que mire mucho hacia atrás, la verdad… ahora mismo no me veo tocando en un grupo, me siento libre y a gusto haciendo las cosas completamente a mi aire sin obligaciones o compromisos externos.  


                                      (Primer concierto de ARWAV. 1997). 

Volvamos con Atomizador. En tus últimas grabaciones y composiciones, aparte de guitarra eléctrica, podemos escuchar laúd, vihuela o buzuki. ¿Cómo trasladas esta peculiaridad a tus directos?

Bueno, para mí las grabaciones y los directos representan aspectos creativos completamente diferentes. Cuando grabo, no pienso en cómo voy a trasladar las canciones al concierto. De hecho, una gran parte de canciones que grabo no las toco en directo. Algunas canciones puedo adaptarlas o transformarlas para tocarlas en vivo, pero otras muchas no. Una de las ventajas de no formar parte de una “industria musical” (grande o pequeña) es que la típica fórmula “grabación de disco – presentación de esas canciones en directo” no existe. 

Con laúd, vihuela y voces solo he dado un concierto, el año pasado en el festival Archipiélago, ya que tenían los medios para poder sonorizar bien esos instrumentos. Desde hace un tiempo, toco en directo con guitarra eléctrica y voces, e intento que cada concierto tenga algo nuevo para mí para que sea algo excitante. Por ejemplo, dentro de un par de días voy a dar un concierto en Madrid donde llevaré el buzuki por primera vez para tocar algunas canciones instrumentales. 


En cuanto a próximas ediciones, has anunciado que publicarás un split 7" con Zanussi y un nuevo LP. ¿Cuándo será esto? ¿Qué vamos a encontrar en estos trabajos?

El 7” con Zanussi está ya grabado desde hace año y medio, pero la cosa va muy lenta…en mi cara habrá un tema nuevo con guitarra española y voces y una versión hiperdélica de “Mr. Wilson”, de John Cale. 

En diciembre grabaré un nuevo disco, pero no tengo ni idea de cuándo lo podré publicar. Habrá piezas de guitarra eléctrica, vihuela, laúd, buzuki y alguna versión. Tengo montones de canciones compuestas, todavía tengo que hacer selección. 


Para terminar, he podido ver en redes sociales imágenes de tus ensayos y directos en los que tocas versiones de grupos dispares como The Kinks, Pink Floyd, Vainica Doble o incluso Siniestro Total, a las que das un toque característico. ¿Qué aportan estas canciones ajenas a tu repertorio y a tu faceta como músico en general?

Adoro tocar canciones de otra gente desde que era adolescente. Me resulta divertidísimo y aprendo a desentrañar y entender musicalmente canciones que amo. Cuando ensayo en casa para algún concierto, la mitad del tiempo lo paso tocando canciones de Grateful Dead, Mekons, Tall Dwarfs, Kinks, Ramones, Roky Erickson, Shirley Collins y montones más. Desde que empecé a tocar como Atomizador con instrumentos de cuerda, siempre me ha gustado tocar alguna versión a modo de homenaje a músicas que me han inspirado y admiro. En los conciertos, tocar estas canciones suponen un momento de disfrute y diversión muy diferente a tocar mis propios temas, que me requieren una concentración muchísimo mayor.