INTRODUCCIÓN.
Hace unos cuantos años, en un viaje a Ourense, mi querido amigo Berto Fojo me habló de un grupo llamado Tall Dwarfs. No me sonaban de nada, aunque sí recordaba el nombre de Chris Knox por su aparición en el disco colectivo “La Legaña Sinfónica”, publicado por el gran sello Alehop y en el que Ensaladilla Rusa fuimos invitados a participar. Fojo me dejó escuchar un tema (ahora he sabido que era “The Hills Are Alive”) con sus auriculares que metió un extraño y fascinante virus en mi oído. A partir de ese momento, fui entrando poco a poco en su fascinante universo. “Hello Cruel World”, de Tall Dwarfs (que encontré por casualidad en una tienda de segunda mano en Oporto y fue uno de los momentos más felices de ese viaje), se convirtió en uno de mis discos adorados, e incluso grabé una versión de “All My Hollowness to You” en mi cassette “Huesos y Cuchillas”. En esa época confíaba más en los grupos que en los proyectos en solitario (ahora no lo tengo tan claro), por lo que intenté conseguir algunos discos de Tall Dwarfs y los maravillosos Toy Love pero ignoré durante un tiempo los de Knox y Bathgate en solitario, a excepción de algunas canciones sueltas. Leí de pasada que Chris Knox había sufrido un ictus en 2009, pero en ese momento no era consciente de la gravedad del infarto. Y así, seguí escuchando regularmente mis discos de Toy Love y Tall Dwarfs y enamorándome cada vez más y más de ellos. Hasta que un día leí en profundidad sobre el ictus de Chris Knox...y en mi cabeza estalló un big bang. Ya me chiflaban sus cómics, portadas y dibujos, pero esto era diferente...Pasé horas mirando sus cuadros post-infarto. Nunca había visto nada parecido. Autorretratos abstracto-psicodélicos de momentos terroríficos en los que la mente se desvanece violentamente. Leí acerca de cómo se tomó ese golpe tremendo que le dejó sin habla y con medio cuerpo gravemente afectado. Sin autocompasión. Como algo que le puede pasar a la gente y le ha pasado a él. Como algo a lo que hay que amoldarse y seguir viviendo. Horas y horas de caligrafía y disciplina. Una nueva forma de expresión. Esta historia me conmovió hasta el llanto. Inspiración total. Escuché sus discos en solitario. Y entonces mi cabeza explotó. Mejores que Tall Dwarfs. Las canciones más increíbles del mundo, con una de las voces más sinceras que he escuchado en mi vida y algunas de las letras más impresionantes que he leído. Letras sobre temas totalmente alejados de la música pop. Algunas de ellas sobre la muerte, sobre envejecer, sobre perder la salud física y mental, sobre tener un ictus...
Un domingo por la noche hace un par de meses, Chris Knox me escribió a través de una red social en la que yo había colgado sus portadas, carteles y cuadros. Él no puede comunicarse, así que sus amistades escriben por él y él confirma con sus ya característicos “YES!!!XXX”y LAUGH!@#!@#! THANK YOU!!!!!! XXX!!! Había estado viendo mis dibujos y quería realizar un cambio por uno de sus increíbles cuadros (!!!). Esa noche casi no pude dormir...Ahora mismo, uno de sus alucinantes cuadros es lo primero que veo cuando abro los ojos por la mañana y lo último que veo cuando voy a dormir. A las dos semanas de mandarle el paquete me mandó una foto del dibujo que hice para él pegado en un cartón (Chris odia los marcos) colgado en su pared que me hizo tan feliz que apenas puedo describir lo que siento con palabras. Nunca le podré agradecer lo suficiente a mi amigo Fojo el haberme abierto la puertecita a quien se ha convertido en una de mis mayores obsesiones vitales.
Chris Knox. El genio de Nueva Zelanda. El hombre de las sandalias, las bermudas y el micro-Madonna. Una de las voces más increíbles nacidas de la revolución punk. La honestidad y la determinación por encima del glamour y el plástico. La emoción pura convertida en música y arte. El punk psicodélico libertario definitivo. Este número de Manchas y Ruido está enteramente dedicado a él y su universo artístico.
Olaf Ladousse y Chris Knox a finales de los 90 en Madrid.
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DISCOGRAFÍA COMENTADA.
Cualquiera que no esté
familiarizado con la obra de Chris Knox puede llevarse un susto al asomarse a
su discografía y ver decenas de discos, singles y eps. ¿Por dónde empezar? Por
suerte, estamos ante uno de esos raros casos en los que no hay un solo disco
malo.
Mi consejo es comenzar por
“Hello Cruel World”, recopilatorio de los primeros cuatro EPs de Tall Dwarfs, y
seguir con “Polyfoto Duck Shaped Pain”, “Seizure”, “Songs of You and Me” y los
dos discos de Toy Love que se publicaron hace pocos años. Imagino que cualquier
otr@ fan de Knox discrepará con esta pequeña lista, yo mismo cambio de disco
favorito casi cada semana...
THE ENEMY.
El primer grupo de Chris Knox
y Alec Bathgate y uno de los primeros grupos punks de Nueva Zelanda. El grupo
en el que Knox dio rienda suelta a su faceta más salvaje y Stooge, siguiendo
los pasos escénicos del gran Iggy e incluso en ocasiones cortándose en directo.
Varios músicos míticos de la escena subterránea neozelandesa afirman que ver a
The Enemy y especialmente a su enloquecido y amenazante “frontman” les cambió
la vida para siempre.
Desgraciadamente, The Enemy
no publicaron un solo disco, aunque grabaron algunos temas tremendos (como el
súper clásico “Pull Down the Shades”) que se pueden escuchar en la red y algunos
conciertos que dan prueba del grandísimo grupo que debió ser.
TOY LOVE.
“Toy Love” (Deluxe
Records/WEA, 1980).
Toy Love publicaron en vida
varios singles gloriosos y este LP que Chris Knox siempre ha descrito como
“horrible”. El LP lo grabaron en el estudio de una multi que edulcoró su sonido
salvaje e intento hacerles pasar por un grupo de new wave. La verdad es que el
disco no es “horrible”, pero sí que es cierto que falta mordida y agresión
sónica a raudales. Aun así, las canciones son buenísimas, el diseño del disco
está de miedo, y siempre es un gusto escuchar la voz de Chris Knox.
“Live at the Gluepot” (Goner, 2012).
Las grabaciones en directo
nunca han sido santo de mi devoción, por eso tardé en pillar este disco...GRAVE
ERROR. Este doble LP recopila grabaciones de los últimos conciertos de Toy Love
y le da cien mil vueltas a cualquier cosa que grabaron en estudio. El grupo
suena como un verdadero huracán y Chris Knox está fuera de control. “Death
Rehearsal” suena como salida del mismísimo infierno. Es curioso pensar que se
separaron tras estos conciertos porque pocas veces he escuchado un grupo tocar
con tanta magia y energía. En mi opinión, su mejor disco.
“Pull Down the Shades” DVD (Real Groovy, 2012).
Dvd que recopila vídeo clips,
entrevistas, y unos cuantos temas grabados en un concierto en 1980. Todo este
material se puede encontrar en Youtube, la parte del concierto es la leche. La
versión en directo de “Sheep” es mi top 1 de vídeos de youtube.
“Toy Love” (Flying Nun/Captured Tracks,
2013).
Doble LP que recopila los
singles y demos y es absolutamente OBLIGATORIO si te interesa el punk. Siempre
se etiqueta a Toy Love como “post punk”, pero la verdad es que a mí siempre me
han sonado a punk rock de finales de los 70; esa música salvaje, imaginativa y
personal que no tenía miedo a las melodías y que hizo las mejores canciones
“pop” desde los dorados años 60. “Swimming Pool”, “Rebel”, la loquísima “Sheep”
(dan ganas de saltar contra las paredes cada vez que suena esta canción inmortal)
o mi favorita “Photographs of Naked Ladies” ya son auténticos clásicos.
Canciones que en el disco oficial dejaban entrever su magia bruta y por fin
podemos escuchar aquí echando chispas.
TALL DWARFS.
Chris Knox y Alec Bathgate. Los
Lennon/McCartney de la música subterránea (R. Stevie Moore sería el Brian
Wilson y Daniel Johnston el Syd Barrett). Discos y discos de juegos, pop, folk,
guitarras fuzz y psicodelia descolorida.
“Hello Cruel World” (recopilatorio de los primeros 4 EPs, 1981-1984 – Flying Nun, 1986).
El disco que me metió en el
maravilloso mundo de Chris Knox y Alec Bathgate. Los primeros cuatro EPs de
Tall Dwarfs, cuatro joyas PERFECTAS que suenan a cosas que no tenían pinta de
ser muy habituales en esa época (Robert Wyatt, Syd Barrett, John Lennon, John
Cale) y que han influido en cientos de grupos de todo el mundo, algunos
buenísimos (el colectivo Elephant 6 o el gran Jay Reatard) y otros no tanto
(esos grupos indies aburridísimos...). “Nothing’s Going to Happen” (canción
escrita para Toy Love), “All My Hollowness to You”, “Pictures on the Floor”, la
maravillosísima “Beauty” (o como habría sonado Eno con una guitarra acústica),
“Shade for Today”, “The Brain that Wouldn’t Die...una obra maestra de
psicodelia punk-folk lo-tech y uno de los discos que me llevaría a una isla
desierta.
“That’s the Short and the Long
of it” (Flying Nun, 1985).
El primer disco largo de Tall
Dwarfs es mucho más extraño y psicodélico que sus primeros EPs. En la cara A (a
45 rpm) una enloquecida suite de su emblemático “Nothing’s Going to Happen”
grabada por más de 20 músicos y que suena a los Beatles más acidificados de
viaje con los primeros Red Crayola. En la cara B (a 33 rpm) algunos temas
nuevos preciosos (“Burning Blue”, “Scrapbook”), otros bastante extraños
(“Carpetgrabber”, “Sleet”) y algunos pertenecientes a los EPs revisitados. Uno
de sus discos más pasados de vueltas y alejados de “la canción pop”. Cuesta
entrar en él (especialmente si aterrizas en él tras escuchar la parte más pop
de Knox y Bathgate) pero ya se sabe que lo que cuesta suele acabar gustando el
triple.
“Throw a Sickie” (Flying Nun,
1986).
EP de 12” que presenta una de
las facetas más crudas y minimalistas de Tall Dwafs. Los temas son cortos y
concisos, en algunas ocasiones casi encantadores esbozos (algún tema incluso
parece improvisado en el momento de la grabación). Las piezas tienen muchísimo
encanto y cosas como “Road & Hedgehog”, “Come Inside” y la preciosa
“Farewell” (otra típica canción de cierre de disco de Alec Bathgate) valen por
las discografías enteras del 99% de los grupos de pop de este planeta. Uno de
los discos que mejor encaja en la definición de Alec Bathgate de dos niños
jugando en un arenero lleno de cacharros.
“Dogma”
(Flying Nun, 1987).
Otro EP de 12” que todavía te
lo puede poner más difícil si das con él por casualidad. El primer tema es una
extraña historia narrada por Chris Knox sobre una base de loops de percusión y
diversas texturas de feedback y es una de las cosas más áridas grabadas por
Tall Dwarfs. El resto de temas suenan a puro “bubblegum” en comparación: la
preciosa y pegadiza melodía juguetona de “The Slide”, el electro-gospel de
“Cant”, el rock and roll de caja de zapatos de “Dog” y el melancólico final con
“Missed Again”. Una golosina en forma de disco.
“Weeville”
(Flying Nun, 1990).
Uno de sus discos más
conocidos, y uno de los pocos reeditados recientemente. El disco es una
maravilla de psych-folk y pop desaliñado que incluye sus temas más “famosos”:
“Breath”, “Sign the Dotted Line” (una canción esféricamente perfecta),
“Pirouette”, “Mr. Broccoli”...Uno de sus mejores discos, imprescindible.
“Fork Songs”
(Flying Nun, 1991).
Un LP muy similar en espíritu
y sonido al anterior “Weeville” y su complemento perfecto. Al igual que “Rubber
Soul” y “Revolver” de Beatles, “Weeville” y “Fork Songs” parecen las dos caras
de un mismo disco mágico. “Dare to Tread” (una de mis canciones favoritas de
Tall Dwarfs), “We Bleed Love”, la increíble “Life is Strange”, la íntima
belleza de “Two Humans” y “Think Small”...podría poner todas, la verdad. Preciosísimo,
y el disco donde más se aprecia su amor por la música y la voz de John Lennon.
“3EPs”
(Flying Nun, 1994).
Otro de sus discos dorados. A
pesar de su nombre, el disco no es una colección de EPs antiguos, salió
directamente en un triple 10” con este nombre. Mi segundo disco favorito de
Tall Dwarfs, un disco al que no le sobra ninguna canción y que contiene algunas
de las mejores melodías de los 90 (“Highrise”, “Bee to Honey”).
“Stumpy”
(Flying Nun, 1996).
“Stumpy” es uno de las obras
más desconocidas de Tall Dwarfs y para mí un disco perfecto al 50%. El disco
está atribuido a los “International Tall Dwarfs”, es decir, Chris Knox y Alec
Bathgate introduciendo pequeños fragmentos sónicos envíados por fans de todo el
mundo en sus canciones. El doble disco consta de dos partes bien diferenciadas:
en el primer disco 21 canciones preciosas a la altura de lo mejor de sus tres
discos anteriores. Knox parece que ha descubierto el botón de “pitch” de su
grabadora y juega a hacer coros de diversas sonoridades que hacen que Tall
Dwarfs parezca un grupo con diferentes cantantes. En el segundo disco, un sólo
tema de 20 minutos llamado “Up”, una especie de “Sister Ray” letárgico, y la
verdad es que un poco aburrido, especialmente tras escuchar el despliegue de orfebrería
psych-pop del primer LP. Si fuera un disco simple, sin duda estaría entre mis
discos favoritos del universo knoxiano. ¡Ah! En youtube hay un vídeo de 13
minutos llamado “Tall Dwarfs – Stumpy (Short Film)” que es el complemento
perfecto del disco y el mejor documental que existe sobre ellos.
“Fifty Flavours of Glue” (Flying Nun,
1998).
“The Sky Above the Mud Below” (Flying Nun,
2002).
Los últimos dos discos de
Tall Dwarfs suenan tan “bien” que cualquiera diría que cambiaron de método y se
fueron a grabar a un estudio. Pero no, leyendo los créditos descubres que
siguieron grabando analógicamente e incluso las bases de algunas canciones las
registraron en cassette. “Fifty Flavours” y “The Sky Above” dejan de lado la
faceta más experimental de Tall Dwarfs y se centran en encontrar la canción
perfecta. Pop, psicodelia, folk, country-pop, rock and roll, y algunos de sus
mejores temas: “The Communion”, “The Fatal Flaw of the New”, “Baby, it’s Over”,
“OK Forever”, la preciosísima “Over the Waves” (con Jeff Mangum de Neutral Milk
Hotel a los coros)...“Like Someone Else” parece sacado del primer disco de John
Lennon y puede ser el mayor homenaje de Chris Knox a su ídolo, mientras que en
“Meet the Beatle”, Alec Bathgate habla de su encuentro con George Harrison en
una canción redonda que parece sacada de “All Things Must Pass”. De hecho, en
mi opinión, Bathgate nos regala las mejores canciones de su carrera. Siempre
que escucho estos dos discos seguidos pienso en que juntos serían el “White
Album” de Tall Dwarfs. El broche ideal de una discografía prácticamente
perfecta.
“Bovril”
(Thokei Tapes, 2018).
Cassette recopilatorio de
rarezas, temas para recopilatorios y discos homenaje. Si eres fan y tienes
todos sus discos, esta cinta es un precioso caramelo. Si acabas de llegar al
universo Knox, no me parece el sitio más recomendable para comenzar. Lo mejor,
su versión de “On and On and On” de ABBA y los 10 temas de International Tall
Dwarfs grabados en una sesión de radio en 2004.
CHRIS KNOX.
“Songs for Cleaning Guppies” (Flying Nun, 1982).
El primer LP de Chris Knox
consta de un montón de experimentos grabados sin la idea de ser editados (él
mismo lo llama su “disco autoindulgente”). Seguramente por esta razón es su
disco más experimental y uno de los más difíciles de encontrar (algunos de sus
temas se reeditaron posteriormente en el 12” de “Not Given Lightly”). Entre la
maraña de percusiones caseras y pistas al revés, se encuentran escondidos
verdaderos diamantes en bruto como “Over and Out”, mi favorita “More or Less
(Lethary)” o “Oh!!Happiness!!”.
“Seizure”
(Flying Nun, 1989).
Uno de sus mejores discos y
una maravilla de principio a fin. Aquí se desarrolla su personalísimo estilo: percusiones
minimalistas llenas de encanto que parecen construidas con cajas de zapatos,
guitarra eléctrica centelleante, pequeños detalles de teclado a veces y su
gloriosa voz, como un Brian Eno que hubiera descubierto el punk, uno de mis
sonidos favoritos del universo. Todas las canciones son increíbles: el fuzz-pop
de “The Face of Fashion” y “Honesty’s not enough”, el pop maníaco de “Statement
of Intent” o “Break!” (mi favorita del disco), el pop-doo-wop enloquecido de
“Wanna!!” o “Voyeur”... y brillando como una supernova, “Not Given Lightly”, su canción más conocida
y una de las canciones de amor más bonitas del universo. En mi opinión, uno de
los discos dorados de los 80.
“Song for 1990”
(Flying Nun, 1990).
10” de seis canciones que nos
muestra al Knox más minimalista y folk. En la cara A, “Song for 1990”, una
maravilla que parece compuesta por la Plastic Ono Bandl. En la cara B, seis
piezas de guitarra y voz que parecen grabadas a la primera toma. Una pequeñez
bien bonita que sirve de respiro entre los buenísimos “Seizure” y “Croaker”.
“Croaker”
(Flying Nun, 1990).
Solo un año después, el
híper-prolífico Chris Knox ya tiene otro disco largo bajo el brazo (sin contar
“Weeville”, de Tall Dwarfs, ¡del mismo año!). “Croaker” sigue las mismas
premisas sonoras que “Seizure” y es casi casi tan bueno como este, aunque es un
disco un poco más tranquilo y calmado, y quizás por eso me gusta más “Seizure”.
Todo canciones buenísimas otra vez, ¿cómo una sola persona puede tener tanta
imaginación y tantas canciones redondas? La ominosa “Liberal Backlash Angst
(The Excuse)”, la preciosísima “Lapse” (puro Beatle), la perfección pop de
“Meat”, y algunas de sus canciones más elegantemente psicodélicas: “Once when
Alone” y sobre todo, “Song of the Good Wife”, uno de sus mejores temas, una
joya que parece salida de “Piper Gates of Dawn” o “Forever Changes”.
“Polyfoto Duck Shaped Pain” (Flying Nun, 1993).
En mi opinión, su gran obra
maestra. El disco que habría hecho Paul McCartney si se hubiera obsesionado con
los primeros discos de John Cale y Brian Eno. Además de su habitual guitarra,
casio, percusiones y voz, algunos temas están maravillosamente arreglados con
sonidos de mellotron, clavinet y omnichord. Ahora mismo esto escuchando “Inside
Story” y no tengo palabras para describir esta maravilla. ”The Split”, la
emoción pura de “Trim Milk” (quizás una de sus tres mejores melodías),“Glide”,
“Not a Victim”, “Letter from L.A”, “The Outer Skin”...uno de esos raros discos
que parece un “greatest hits”. Perfección punk-pop.
“Gum”
(Flying Nun, 1993).
En realidad, los temas de
este “ep” falso son los últimos del “Polyfoto”, pero el mismo Knox los separa
temáticamente en el cd y las canciones tienen un sonido y una estructura tan
distinta que me parece lógico reseñarlo por separado. Las cinco canciones de
este “Gum” representan la faceta más folk de Chris Knox: guitarra sin
filigranas y bonitas melodías. “View from the Bridge” y “Space” brillan
especialmente en uno de sus discos más Syd Barrett. Una pequeña golosina que es
mejor escuchar fuera de la sombra del tremendo “Polyfoto”.
“Songs of You and Me” (Flying Nun,
1995).
Otro disco grandioso y una
vuelta al sonido crudo de “Seizure” (ni rastro del mellotron). No tan explosivo
como “Polyfoto”, el disco está lleno de canciones buenísimas: “Brave”,
“Sympathy for the Cripple” (una de mis favoritas de toda su discografía), la
delicadísima “Nothing Comes Clear”, la híper emocionante y oscurísima ,“Young
Female Caucasian”, “Rust”, ...21 canciones que suenan tan bonitas y espontáneas
como el respirar. Una obra que parece sacada de otra época, que no tiene un
sólo momento mediocre y que supone una
de las mejores muestras del talento de Chris Knox para hacer letras fuera de
tópicos y clichés.
“Yes!!”
(Flying Nun, 1997).
Parece que aquí Chris Knox se
hizo con una caja de ritmos que programa con bases que propulsan los eufóricos
temas y convierten a “Yes!!” en uno de sus discos más alegres y más “pop”.
Quizás no sea su mejor disco , y a veces parezca un disco de transición hacia
el tremendo “Beat”, que suena muy parecido y es más redondo, pero es otra
muestra de su talento inagotable. Incluye una pieza de 17 minutos llamada
“NDIDI”, singular homenaje a la música concreta, a su amado John Cage y al
“Revolution 9” de Beatles.
“Beat” (Flying
Nun, 2000).
Por primera vez, Chris Knox
graba un disco en solitario en el que no lo toca todo él. Esto hace que el
disco tenga una riqueza tímbrica inusual que al principio me despistó un poco.
Su increíble voz sigue estando ahí, pero esta vez suena tranquila y calmada y
está arropada por un sonido más limpio y pulcro. El disco tiene un principio
demoledor con “It’s Love”, “The Man in the Crowd” y “My Only Friend”, la
perfecta secuela de su gran canción de amor “Not Given Lightly”. El resto no
tiene nada que envidiar, con maravillas como “Laughter”o ”When I Have Left this
Mortal Coil”. “Beat” es otro despliegue de talento pop de un músico que parecía
incapaz de componer un disco mediocre.
“KnoxTraxFine”
(Thokei Tapes, 2018).
Al igual que “Bovril”, de
Tall Dwarfs, para el mismo sello, un cassette recopilatorio de rarezas y temas
de diversos discos homenaje y recopilatorios. Y al igual que “Bovril”, no es el
disco idóneo para introducirse en Chris Knox, pero si ya has escuchado todos
sus discos y tienes ganas de más, esta cinta es un modo perfecto de quitarte el
mono. Lo mejor en mi opinión: su versión de “Mother”, de John Lennon, que
aunque no llega a las cotas de demencia original de la original, es un bonito
homenaje a su gran ídolo musical.
FRIEND.
“Inaccuracies & Omissions” (Flying Nun,
2003).
El disco electrónico de Chris
Knox. Un experimento de música concreta y electroacústica construido con piano
y Protools con fragmentos interesantes, para mí echados a perder por el tipo de
sonidos que utiliza. Me habría encantado escuchar un disco electrónico de Knox
grabado con su mítico cuatro pistas en lugar de este frankenstein digital, la
verdad.
THE NOTHING.
“Chris Knox & The Nothing” (A Major Label,
2005).
“A Warm Gun” (A Major Label,
2008).
Chris Knox se junta con Roy
Martin, Jol Mulholland y Stefan Neville (alias “Pumice”) para hacer la música
más “rock” de toda su carrera. Para Alec Bathgate, estos son los mejores discos
de Knox, y aunque yo no pienso lo mismo (nada se puede igualar a los primeros
Tall Dwarfs o sus mejores discos en solitario), la verdad es que están
llenecitos de canciones increíbles, especialmente el segundo, brillando
especialmente “Driftwood”, “Song of the Tall Poppy” y “The Darkest Star”. El primero
quizás abuse un poco a veces del glam-rock-hooligan y eso lo hace inferior al
súper sesentero “A Warm Gun”.
Tras estos discos, la carrera
de Knox quedó cortada de raíz por el ictus que sufrió en 2009. Por lo visto,
Tall Dwarfs estaban preparando un disco del que no se sabe nada. Unos meses
después del ataque, un montón de músicos amigos y admiradores (los hermanos
Kilgour, Peter Gutteridge, Stephen Merritt, Will Oldham, etc) grabaron un disco
homenaje-benéfico llamado “Stroke”, en el que aparece un tema de Tall Dwarfs
preciosísimo llamado “Sunday Song” que me lleva al borde de las lágrimas cada
vez que lo escucho; el resto del disco, a pesar de lo bonito y loable de la
idea, no es muy interesante musicalmente, en mi opinión. Si quieres apoyar a
este grandioso e inspirador músico, en esta página están sus potentísimos
cuadros:
ALEC BATHGATE.
“Gold Lame” (Flying Nun,
1996).
“The Indifferent Velvet Void” (Lil’ Chief
Records, 2004).
El inseparable compañero de
Chris Knox desde los tiempos de The Enemy, a pesar de haber sido mucho menos
prolífico que este, tiene dos discos en solitario que ningún fan de Tall Dwarfs
o lo mejor de Flying Nun debería perderse. Dos verdaderas maravillas de pop
perfecto fuera de modas, tendencias y épocas. Como un one-man-band Beatles o un
Marc Bolan (etapa T-Rex) barroco. George Harrison habría dado un brazo por
componer cosas como estas en los 80. Y
si no te fías, busca “In the Shadows” y ALUCINA.
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CITAS.
¿Estás cansado de ser pobre?
Sí joder, ¿tú no? Pero te
previene de ser rico (mucho peor).
(Sobre mudarse a Dunedin para
ir a la universidad) Me tire un año en la cama. Simplemente en cama leyendo
miles de libros (…). Leyendo libros y tomando ácido.
¿Había algo específico que te
hiciera estar en cama?
Sí. La alegría de no tener
que levantarme, básicamente.
(Sobre el LSD) Creo que todo
el mundo debería tomar ácido al menos una vez. No sé si mis hijos deberían
tomar ácido al menos una vez, pero eso es porque no lo necesitan ahora mismo.
Creo que si les crías correctamente no lo necesitarán. Pero la gente que fue
criada por el tipo de gente que nos crio a nosotros definitivamente lo
necesita.
Nunca fui un hippie. Era una
persona normal con pelo largo.
Nunca quise una sociedad
alternativa en absoluto. Sólo quería que la sociedad que me rodeaba me dejara
en paz.
Richard Hell no inventó el
punk, yo lo hice. En 1971. Tenía un maravilloso jersey que nunca lavaba y que
dejé podrirse. Llevaba pantalones vaqueros en los que había derramado ácido de
pilas y estaban agujereados y hechos polvo. Entonces lo junté todo con
imperdibles. Era 1971 y deambulaba alegremente por la ciudad con una camisa
llena de sangre. Cada vez que me cortaba, corría a por la camisa y me limpiaba
la sangre en ella.
(Sobre Toy Love) El nombre
era una reacción a todas esas bandas que tenían nombres amenazantes. Todas esas
bandas con nombres terriblemente violentos. Pensamos “que le jodan, se está
volviendo una moda”. Yo pensaba que Toy Love era un nombre bastante perverso. A
nadie le gustaba. A Alec y a mí nos gustaba, pero éramos los únicos en el
grupo. Pensamos que si a nadie más le gustaba debía ser bueno.
(Sobre los estudios de
grabación) Me asustan ahora mismo (1996) las bandas de Flying Nun que se están
volviendo más y más grandes y sienten que tienen que usar más y más tecnología.
Un grupo ahora tiene un presupuesto de un cuarto de millón de dólares para su
próximo disco. Y creo que eso es absolutamente absurdo.
No necesitas un productor.
Todo lo que necesitas es un buen ingeniero en que confíes que pueda decirte lo
que estás haciendo y ya está.
(Sobre los inicios de Tall
Dwarfs, con Alec Bathgate) Estábamos totalmente desencantados con la industria
musical. Estábamos absolutamente hartos de dar montones de conciertos y no
tener tiempo para ser realmente creativos.
(Sobre su mítica grabadora
TEAC de 4 pistas con la que grabó y “produjo” a Verlaines, The Chills, The
Stones, The Clean, Sneaky Feelings, Builders...) Empezamos a trastear con ella
y pensamos, “no tenemos que tratar con los ingenieros. Podemos tocar
exactamente lo que nos gusta; podemos hacer lo que queramos”.
Siempre hemos estado muy
interesados en la música psicodélica del ’66 al ’68, donde un montón de
material interesante estaba siendo investigado incluso por los grupos
“mainstream”, como los Beatles.
No teníamos un plan. Grabamos
un par de cosas y pensamos, “esto es maravilloso”. Alguien fue lo
suficientemente idiota para publicarlo.
Grabamos nuestro primer disco
de manera totalmente errónea, pero funcionó muy bien para nosotros. Todavía
intentamos hacer las cosas mal, porque todo tiende a ser más interesante cuando
lo haces mal.
Nunca hemos trabajado con una
canción acabada en mente. Siempre vamos amontonando ruido hasta que estamos
satisfechos y hay el suficiente ruido de algún tipo sobre el que podemos poner
una melodía. ¡Es una aventura!
(Sobre las comparaciones con
Syd Barrett) Lo que él hace es extraño porque él era extraño. Lo que nosotros
hacemos es extraño porque nos gusta ser extraños. Él es genuino – nosotros no.
Nosotros fingimos ser extraños, la verdad.
(Sobre la etiqueta “Lo-Fi”)
La diferencia entre lo que nosotros hacemos y lo que algunos “lo-fi kids” han
estado haciendo, es que ellos intentan degradar las cosas para conseguir un
sonido diferente. Nosotros nunca quisimos hacer eso. Intentamos grabar lo mejor
que podíamos. Nunca he sido “lo-fi”, he sido “lo-tech”.
No tengo memoria a corto
plazo. No tengo objetivos ni planes. Soy una de esas personas que viven el
momento. Es lo que me gusta. En los tiempos de The Enemy me juré no volver a
tener un trabajo de 9 a 5, no caer nunca en el camino predecible, y de momento
(toco madera), lo he conseguido. Esto supone muchas alegrías y grandes gritos
de terror. Por lo general, voy sin rumbo a la deriva.
(Sobre grabar): Creo que una
buena interpretación es mucho más importante que ser capaz de escuchar todo lo
que toca el bajista.
(Acerca de Flying Nun en
1986) La radio no va a poner a Goblin Mix, Able Tasmans, Bird Nest Roys, The
Weeds, The Bats o lo que sea, no por la calidad de los discos, sino por
política. Creo que Flying Nun ha quemado todos sus puentes por ser Flying Nun
durante tanto tiempo, no importa lo que hagamos. Personalmente, no quiero ser
parte del “mainstream”, porque el “mainstream” ha perdido toda calidad, toda
esperanza en él se ha evaporado.
Creo que la única forma de
hacerlo (acerca de “infiltrarse en el sistema”) es comprometiendo tantas cosas
que pasas a formar parte de ese sistema. No queremos nada de eso. Queremos ser
un sello que ignora el sistema todo lo humanamente posible.
ALEC BATHGATE:
Mejor experiencia grabando:
Estar en la habitación con Chris, algo de equipo de grabación y un puñado de
instrumentos cutres. Era un poco como ser niños jugando en un arenero lleno de
juguetes, construyendo cosas y viéndolas derrumbarse.
Los conciertos de Tall Dwarfs
eran especiales porque éramos sólo Chris y yo y cuando conectábamos era
increíble. Había una misteriosa intuición entre nosotros que a veces era
realmente extraña.
Escucho música todo el día,
todos los días, pero he dejado de tocar. He tocado la guitarra diariamente
desde los 13 años, pero desde el ictus de Chris he dejado totalmente de tocar.
Extraño.
(Estas palabras son de una
entrevista del 2010, desde entonces Chris Knox y Alec Bathgate han vuelto a
tocar juntos esporádicamente. En 2014 dieron un concierto de Tall Dwarfs en
Auckland que se puede ver en vimeo bajo el nombre TALL DWARFS LIVE AUDIO
FOUNDATION 31/08/14 y es verdaderamente emocionante por ver a estos dos amigos
músicos y artistas maravillosos de nuevo en un escenario compartiendo magia y
complicidad).
Otros discos que tienen mucho
que ver con todo lo que se ha hablado en este fanzine:
Syd Barrett – The Madcap Laughs.
Brian Wilson - SMiLE.
Brian Eno – Here Come the Warm Jets/Taking Tiger Mountain by Strategy.
Nico – Marble Index/Desertshore.
Nick Drake – Pink Moon.
The Clean – Boodle Boodle Boodle/Vehicle.
Alastair Galbraith – Seely Girn.
Pip Proud – A Bird in the Engine.
John Cale – Paris 1919.
T-Rex – Electric Warrior.
John Lennon – Plastic Ono Band.
Roky Erickson – Clear Night for Love.
Builders – Beatin Hearts.
The Terminals – Uncoffined.
Bird Nest Roys – LP.
The Verlaines – Juvenilia.
Peter Jefferies/Jono Lonie – At Swim 2 Birds.
Neutral Milk Hotel – In the Aeroplane Over the Sea.
Colin Newman – A-Z.
28th Day – LP.
David Bowie – Hunky Dory.
The Chills – Kaleidoscope World.
The Bats – Daddy’s Highway.
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