Abruptum “Obscuritatem Advoco Amplectère Me” (Deathlike Silence Productions, 1993).
El primer disco de los suecos
Abruptum inauguró una de las discografías más extrañas de la célebre segunda
ola de black metal. El estilo llevado a sus últimas consecuencias, 50 minutos
de pura atmósfera, sintetizadores atonales, guitarras liberadas de la hegemonía
del “riff”, baterías marciales y, enterrados en el desparrame, los alaridos
enloquecidos de It, del que se decía
que había grabado las voces bajo sesiones de tortura (¡qué maravillosas son las
leyendas y mitos del metal!). Una pesadilla que perfeccionarían en el siguiente
“In Umbra Malitiae Ambulabo, In AeternumIn Triumpho Tenebraum”, otra joya inclasificable de música lunática.
Aghast “Hexerei Im Zwielicht Der Finsternis” (Cold Meat Industry, 1995).
Una de los discos más
extraños salidos del círculo interno del black metal noruego (y eso que la
competición estaba reñida). Dúo formado por Nacht y Nebel,
pseudónimos de las artistas Tania Estene
y Andrea Haugen, en esos momentos
parejas de Fenriz (Darkthrone) y Samoth (Emperor),
respectivamente. Para la grabación de esta delicia de ambient infernal, se
hicieron con el maltrecho cuatro pistas de Fenriz y el micrófono que usaba el
malogrado Dead, de Mayhem. Con estos elementos, un
sintetizador, un violín y sus voces bañadas en eco emulando sonidos de
ultratumba, crearon un disco aterrador que rezuma mala vibra, congela el
ambiente, quita las ganas de vivir y convierte a Dead Can Dance en “la alegría de la huerta”. Como curiosidad: Tania
Estene es una artista ALUCINANTE, responsable de los impresionantes cuadros que
ilustran los tres primeros discos de Ulver,
mis tres discos de black metal favoritos. Si alguien sabe cómo ponerse en
contacto con ella, por favor: afeitealperro@gmail.com.
Runzelstirn &
Gurgelstøck “Asshole/Snail Dilemma” (Tochnit Aleph, 2000).
Uno de los clásicos del Schimpfluch Gruppe, el colectivo de
accionistas sonoros con los peores cortes de pelo de la “escena noise”. R&G
es el proyecto de Rudolf Eb.Er,
líder espiritual y personaje más extremo del grupo; en mi opinión, uno de los
“músicos” electrónicos más interesantes de las últimas décadas. Tengo un buen
puñado de discos de R&G, Dave
Phillips, Raionbashi, G*Park y Sudden Infant, y ninguno de ellos supone una experiencia agradable,
pero este “Asshole/Snail Dilemma” es uno de los discos más incómodos que he
tenido la oportunidad de escuchar. La cara A consta de un tema llamado “For
Stringquintet and Asstrumpet”, que es básicamente eso mismo aderezado con los
chillidos espeluznantes de una mujer. He de reconocer que debo haber escuchado
este tema unas 6 o 7 veces en total desde que el disco cayó en mis manos hace
unos 10 años, y no creo que lo vuelva a hacer mucho más. Mal rollo sónico extremo
a la altura de “Baby” de Whitehouse o
de los discos de la comuna de Otto Muehl
(que espero que arda en el infierno por maldito pederasta). Tras esto, la cara
B parece puro “easy listening”: cut-up noise clínico abrasivo, un piano que
parece tocado con manoplas, colaboraciones de su querido compinche Dave
Phillips y del enajenado noisero japonés Masonna
(cuyos conciertos en los 90 duraban entre varios segundos y 4 minutos), y un
catálogo de golpazos, chillidos y trastazos que parece la banda sonora de los
cómics más extremos de Miguel Ángel
Martín. ¡Y menuda portada! Una fotografía ampliada de algo que parece un
fragmento de piel de escroto o peor. Una chifladura a la altura de su
contenido.
Power-weird-trio salido de
Melbourne, Volvox es uno de los grupos más rematadamente raros que han pasado
por mis castigados oídos. Los conocí hace siglos gracias a su aparición en el
número 15 de la revista Bananafish(para más información sobre mi experiencia religiosa con esta publicación, ver
Manchas y Ruido # 7), auténtica biblia de la música más extraña e
inclasificable, donde brillaban al lado de Agog,
Rats with Wings y Christine Shields como la cosa más
fascinantemente bizarra. Formados a principios de los 90, su vocalista, Antony Riddell, alias “Lester Vat”, sufría una lesión
cerebral (causada por una caída desde un tejado) que le producía problemas en
el equilibrio, el habla y el movimiento. Sus impactantes voces y presencia, y
la estética no-fi fuera de control del grupo les convirtió en mitos vivientes de
la música subterránea australiana, idolatrados por gente como Oren Ambarchi y Lucas Abela. De hecho, el propio Abela fue el responsable de
reeditar sus grabaciones en una trilogía de discos a la que cuesta encontrar
comparación. Este “The Damage Begins at the Mouth” recoge sus primeros
experimentos, pero cualquiera de sus tres cds es recomendable si te interesan
las experiencias musicales extremas.
Dennis Duck “Dennis Duck goes Disco” (Los Angeles Free Music Society, 1977).
Uno de los discos más
imaginativos de finales de los 70 y uno de los numerosos tesoros del colectivo LAFMS. Dennis Duck, batería de mil y un
conjuntos alucinantes: Doo-Dooettes,
The Dream Syndicate, Human Hands, Airway, Paul is Dead...sus
logros darían para realizar un Manchas y Ruido dedicado exclusivamente a su
figura. En 1977, grabó sus increíbles y divertidísimos experimentos con un
tocadiscos, inventando de paso el turntablismo unos cuantos años antes que el
endiosado y sobrevaloradísimo Christian
Marclay (y años antes que el hip hop, pero esto es otra historia), otra
muestra más de que los verdaderos pioneros suelen estar ocultos. Dennis publicó
20 copias en cassette de esta maravilla para regalar a sus amig@s. Por suerte, el
sello Poo Bah lo reeditó en 2006,
reescribiendo la historia del sampling y desenmascarando la pretenciosidad de
supuestos “grandes artistas sonoros”. La música experimental nunca fue tan
extraña y divertida como en “Dennis Duck Goes Disco”. Mil veces mejor que el
absurdamente encumbrado disco-ladrillo “Endtroducing...”,
de DJ Shadow.
Japanese Avant-Garde Cassette
Reissue Series (P.S.F. Records).
En 2008, el sello japonés
P.S.F. comenzó una serie de reediciones de oscurísimas cassettes publicadas en
los 80. Por desgracia, la cosa se quedó únicamente en 3 discos que comparten el
honor de ser tres de las ediciones más inclasificables y enigmáticas del
catálogo del sello.
Vol. 1 - IRO "Tama-furi" (1985/2008). Dúo formado por el
matrimonio Orimo, que por lo visto
publicó en los 80 un puñado de cassettes imposibles de localizar (cero
información en la web). Este “Tama-furi” es la reedición de la cinta “Spiritual Rolling”. La pareja en
formato guitarra-batería-chillidos primarios. Improvisación apocalíptica. Harry Pussy vs. Blue Humans en una sesión de terapia primal 200 dbs.
Vol. 2 - Toukaseibunshi "Meta-Inorganicmatter Meta-Newlon" (1986/2009). Pseudónimo de Hironari Iwata, músico electrónico que en los 80 llevó el sello de cassettes Angakok, formó parte junto a Merzbow del trío Haiginsha, y posteriormente se dedicó a la fotografía realizando incursiones puntuales en el mundo de la música. Hace un año y pico intenté sin éxito ponerme en contacto con él a través de su página de para entrevistarle, y ahora mismo me acabo de enterar de que falleció en octubre de 2018...argh. Este alucinante cd presenta 50 minutos de fosas oceánicas de noise electrónico meditativo. Uno de los discos de drone más originales que he escuchado.
Vol. 3 - Nihon Juketsu Kyuchu (Schistosoma Japonica) "Kankei UFO from Zanryu-Shinen" (1990-1995/2009). Sin duda, el cd más misterioso de la serie. Las notas del disco desvelan que el grupo proviene de la banda de rock libre Amanita, de la que no he tenido oportunidad de escuchar ni una nota. Su líder, Nobu Kasahara, parece un tipo más esquivo que Ben Morea: no existen fotos de su rostro, y no hay mucha información rondando por ahí sobre él. Artista gráfico y pintor además de músico extremo, es un habitual de los libros colectivos de Le Dernier Cri y ha publicado también en United Dead Artists (editorial del gran Blanquet), lugares en los que sus imágenes enajenadas de criaturas espeluznantes compartiendo fluidos con humanos se mueven como pez en el agua. Este cd es un recopilatorio de temas del 91 al 95, aparecidos en cassettes y cd-rs inencontrables. Bidoneo ritualístico, motores, tocadiscos, guitarras hechas trizas... Einstürzende Neubauten en busca de la iluminación trascendental.
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